El pescado es uno de los alimentos más sanos que existen, y de hecho, debería ser una parte fundamental de la dieta, ingiriendo al menos 3 raciones de pescado a la semana. El verano, con las vacaciones en la costa, es una época ideal para consumir pescado recién traído de la lonja, y por supuesto, para aumentar las raciones que comemos, aprovechando la frescura y la calidad que encontraremos en esos pequeños pueblos pesqueros combinando pescados blancos y azules.
Tal y como ya hemos explicado en alguna ocasión, el pescado se encuentra en la base de la pirámide alimentaria por todos los beneficios que tiene, especialmente importantes a la hora de contribuir al correcto crecimiento de los más pequeños de la casa gracias al aporte de nutrientes.
A fin de cuentas, el pescado es rico en proteínas, en vitaminas y en minerales, entre los que destacan el yodo y el calcio. Además, el consumo de pescado, y en especial de especies como la sardina, la caballa o el pez espada, también nos aportan grasas insaturadas y ácidos grasos Omega 3, que nos ayudan a reducir el colesterol malo y que ayudan a mejorar la salud cardiovascular.
Por su fuera poco, el pescado aporta pocas calorías, ya que su contenido calórico es bastante reducido, y el organismo lo digiere de forma fácil, por lo que es aconsejable para las personas con estómagos delicados. Además, puede prepararse de mil y una formas, aunque al vapor, al horno y a la brasa son las formas más óptimas de consumirlo. ¿Aúnt tienes dudas sobre los beneficios de comer pescado para tu cuerpo?