Que estamos cada día más concienciados con comer sano es una realidad. Porque aunque los supermercados estén llenos de productos poco saludables, cada día somos más las empresas que nos sentimos corresponsables para mejorar la alimentación de nuestros clientes, a la par que crecen los ciudadanos que buscan una dieta más equilibrada y sostenible. De esta corriente favorable a la alimentación sana surge una una preocupación cada día más acusada en gobiernos, instituciones y organizaciones multinacionales para sentar las bases de una alimentación libre de riesgos. 

Entre las batallas abiertas en distintos frentes para conseguirlo, en estos momentos destaca la lucha contra las grasas trans. Y en este sentido, se ha dado un importante paso con la publicación por parte de la OMS, la Organización Mundial de la Salud, de unas orientaciones que tienen un objetivo claro: que el año 2023 el mundo esté libre de grasas trans.

Grasas trans

Un paso básico para mejorar la salud de millones de personas y combatir de forma decidida la obesidad infantil (que tanto está creciendo entre los niños de los países occidentales), el aumento de los niveles de colesterol, enfermedades cardiovasculares o determinados tipos de cáncer . Unas grasas que lamentablemente están muy extendidas en la industria alimentaria porque ayudan a abaratar costes y porque además se consiguen sabores más atractivos agradables al paladar y además estiran la vida de estos productos.

De hecho, las grasas trans están muy presentes en los productos ultraprocesados. Esos productos que los expertos en alimentación nos recomiendan suprimir de nuestras cocinas, y entre los que se encuentran por ejemplo los platos precocinados, las patatas fritas, o la bollería industrial.

grasas trans

Y precisamente, ese es el gran problema. El exceso de grasas trans en la dieta de buena parte de la población mundial, ya que esta aparece en un importante porcentaje de alimentos que entran en nuestras casas. De hecho, según la OMS, el consumo de grasas trans no debería superar el 1% del total de calorías ingeridas en un día, y lamentablemente, en la realidad, ese 1% queda bastante lejos de los porcentajes que consumimos niños y adultos.

Aún así, y dado que la fecha del 2023 está muy lejana y que tampoco sabemos el impacto que tendrán estas orientaciones en la industria alimentaria mundial, nuestro consejo es que cambies tus hábitos alimenticios, reduzcas en lo posible los alimentos ultraprocesados del carrito de la compra y que aumentes el consumo de productos frescos, a ser posible sostenibles y de temporada.

Ensalada

¡Te aseguramos que tu salud se resentirá de forma positiva de estos cambios!