La temporada veraniega es ideal para que que aumenten los peligros alimentarios a la par que suben las temperaturas. Manipulaciones incorrectas, temperaturas inadecuadas a la hora de conservar los alimentos, romper la cadena del frío, la falta de higiene son algunas de las causas que provocan la mayor parte de las intoxicaciones alimentarias en verano. Si quieres tener la fiesta en paz y no quieres tener un problema a causa de lo que comes, intenta seguir estos consejos para intentar mantener el peligro (y a las bacterias) a raya…
Lo primero, cuidado con la higiene. Lávate las manos siempre que vayas a cocinar, cuando toques alimentos crudos, cuando cambies de alimento…Salmonelosis. La salmonela es una de las grandes amenazas alimentarias del verano. Hay que tener especial cuidado con los huevos a la hora de manipularlos. Así que en verano intenta olvidarte de las mahonesas con huevo (y si no puedes evitarlo, prepárala justo antes de consumirla y no la guardes demasiado tiempo). Evita las tortillas poco cuajadas, y guarda en la nevera cualquier receta elaborada con huevos, tanto dulce como salada, que pueda estropearse.
Anisakis. ¿Sabías que somos el país de Europa con más intoxicaciones por anisakis? Para evitarlo, cocina el pescado siempre por encima de los 60º en el centro durante al menos un menos un minuto. Si vas a consumir el pescado en crudo, ya sea porque vas a preparar boquerones en vinagre, o porque vas a elaborar sushi, ceviche o un tartar de atún, es necesario que congeles el pescado durante cinco días a -20º. Recuerda además que si una persona es alérgica al anisakis, ni siquiera pueden comer el pescado por mucho que haya sido congelado, ya que el parásito muerto también puede provocarle una reacción.
Descongela siempre en el frigorífico. Cuando descongeles los alimentos, no lo hagas en la encimera de la cocina. Hazlo siempre en el interior del frigorífico. Y si no te da tiempo, descongela en el microondas.
Tras cocinar, refrigera los alimentos. Después de cocinar una receta, debes refrigerar la comida cuanto antes. No debes dejar que se enfríe a temperatura ambiente.
Evita la contaminación cruzada. Este punto es clave en cualquier momento del año, pero en verano, todavía más. Cuando manipules alimentos crudos, no utilices las tablas o los cubiertos que hayas utilizado. Limpia cuidadosamente las superficies como la encimera antes de utilizarla de nuevo.
Si vas de picnic, ten cuidado con los alimentos. Las tortillas o la ensaladilla rusa son un clásico en muchas familias a la hora de irse de picnic a la piscina o al campo. Pero llevar estos alimentos, o cualquiera que lleve huevo crudo, determinados postres o carnes poco hechas, no es una buena idea si no quieres acabar en urgencias. Para el resto de alimentos, intenta llevar una nevera portátil para que se mantengan en perfecto estado.
Cuidado a la hora de hacer la compra. Al ir a realizar la compra, deja para el último momento los alimentos que necesiten refrigeración. Y por supuesto, si compras alimentos frescos, no los dejes en el coche. Llévalos directamente a casa para refrigerarlos.