La leche y sus derivados, como los quesos, el yogur fresco, o las natillas, son alimentos fundamentales en el desarrollo de los niños y niñas. De hecho, según la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, deberíamos consumir de dos a cuatro raciones de lácteos al día dependiendo de la edad y de la situación fisiológica de nuestro organismo. En COMBI CATERING lo sabemos bien, y por eso en los menús escolares incluimos natillas, yogures, o queso fresco elaborado en El Burgo de Ebro en el caso de los comedores de Zaragoza, o queso fresco elaborado en Revilla de Camargo, en el caso de los comedores de Cantabria.

De hecho, durante el momento de la lactancia, durante el crecimiento de los niños y niñas, o durante la menopausia o en las personas de edad más avanzada, no debería faltar el consumo de leche en nuestra dieta. Concretamente, un niño o niña que se encuentre en edad escolar y que consuma medio litro de leche al día consigue la mitad de las proteínas y más del 80% del calcio que necesita en su día a día para garantizar un correcto desarrollo.

Leche

Además, hay que tener en cuenta que la mayor parte del calcio que necesitan nuestros huesos para estar fuertes y plenamente desarrollados tiene que adquirirse antes de los 17 años, para afrontar la pérdida de calcio que sufriremos durante la edad adulta.

¿El motivo? Que los lácteos y todos sus derivados poseen proteínas de alta calidad, vitaminas A, B y D, fósforo y magnesio, y son una increíble fuente de calcio, un mineral muy importante para la formación de los huesos y de los dientes, siendo además un componente de primera línea para prevenir la osteoporosis. Hay que recordar que nuestro cuerpo elimian de forma habitual pequeñas cantidades de calcio de los huesos, por lo que hay que reemplazarlo tomando calcio si queremos evitar que el sistema óseo se debilite y aumente el riesgo de fractura.

Queso fresco El Burgo de Ebro

Pero además de ser fuente de proteínas, vitaminas y calcio, los productos lácteos también ayudan a reforzar el sistema inmunitario de nuestro organismo. Concretamente, el yogur fresco y otras leches fermentadas, consideradas alimentos probióticos, ayudan a mejorar la forma en que nuestro cuerpo responde ante las infecciones,  y protegen el intestino ante los microorganismo patógenos al contener algunas enzimas digestivas.

Eso sí, recuerda también que pese a sus efectos beneficiosos, no todo el mundo puede tomar productos lacteos, ya que ha personas alérgicas a la leche y que deben buscar alternativas a los mismos. En COMBI CATERING cuidamos especialmente estas situaciones en las que los niños y niñas puedan sufrir algún tipo de alergia, intolerancia u otro tipo de necesidad particular.