En estos días todos estamos más sensibles, más solidarios… el confinamiento está sacando lo mejor de nosotros mismos. Lo estamos viendo día tras día en las noticias y en las redes sociales a lo largo y ancho de todo el país, con gente dispuesta a poner su granito de arena para frenar la pandemia y ayudar a los demás o donaciones de distinto tipo.
Nuestros equipos de monitores y personal de cocina de Cantabria y Aragón son un buen ejemplo de la solidaridad que podemos ver en estos días, llevando la compra a personas que no pueden salir de casa, cosiendo mascarillas en sus hogares, dando ideas para que los padres entretengan a sus peques en casa, o enviando cartas a los niños y niñas de sus comedores.
Este es el caso de Verónica, una monitora del CEIP Trasmiera (Hoz de Anero, en Cantabria), que ha escrito una preciosa carta para esos niños y niñas a los que da de comer (y entretiene y educa) a lo largo de todo el año, y a los que ahora echa de menos. Una carta que nos ha emocionado, porque es lo que sentimos todos al ver los patios y los comedores escolares vacíos, y que queremos compartir con todos vosotros. Esperamos que os guste:
El cole está vacío, el patio está vacío… el comedor con las sillas encima de la mesa, no hay profes, ningún fuego encendido en la cocina y las monitoras tampoco están…
No se escuchan gritos, ni risas, solo se escucha el silencio… un silencio que me cala dentro, muy dentro… os echo mucho de menos, ¿donde estáis?
Espero que en casa, en el buen refugio donde todos estamos, donde tenemos un montón de alternativas para hacer cada día… Actividades del cole para sorprender a la profe a la vuelta, manualidades para que nuestros compañeros alucinen, una receta de cocina que se la enseñaréis a los cocineros para que la pongan en práctica, sacar ese juego que nos trajeron los Reyes Magos y con el que nunca hemos jugado, cantar, brincar, reír, dedicar tiempo a nuestros papis, que, en situación normal no podemos disfrutar tanto de ellos… mil cosas, pero en casa…
El día que volvamos va a ser especial, lo vamos a disfrutar todos, y calculo que el ruido que hagáis no me moleste nada de nada, porque ¿sabéis algo? Yo también me canso de este silencio, pero tenemos que ser fuertes y seguir aguantando un poco más para estar todos sanos y felices…
Ya nos queda menos para volver a vernos, contarnos de todo, que me cuentes tus problemas y darte mis consejos, reírnos hasta aburrirnos. Ya vendrán tiempos de besarnos hasta cansarnos, pero de momento tenemos que refugiarnos en casa.
Recibe un abrazo muy fuerte, y para tu familia también. Pronto volveremos a vernos, de momento solo te puedo decir que te sigo echando de menos…
Hasta pronto…
Vero
Fotografía de portada: Portal educativo Educantabria