La pera es una de las frutas que nos acompañan desde hace miles de años, siendo una de las frutas preferidas por personas, griegos, o romanos. Precisamente, fueron los romanos quienes la introdujeron en la Península Ibérica a través del Valle del Ebro. Esta fruta es jugosa, refrescante, y además, se puede consumir durante todo el año, ya que hay más de un millar de variedades.

Esta fruta , muy presente en los menús de COMBI CATERING, es una gran fuente de energía rápida gracias a sus hidratos de carbono, que se encuentran en forma de azúcares simples (especialmente, fructosa). Pero debido a la presencia de levulosa, es bien tolerada por las personas diabéticas.

Propiedades de la pera

Con un 80% de agua, la pera es pobre en grasas y proteínas. En lo que respecta a las vitaminas, la pera contiene 3mg. de vitamina C por cada 100 gramos, además de vitamina E, trazas de protovitamina A, y ácido fólico. Además, es una gran fuente de fibra, por lo tiene un efecto laxante suave. En lo que respecta a los minerales, el potasio es el más abundante, contribuyendo al correcto funcionamiento de los músculos.

Desde la Fundación Española de la Nutrición, explican que las peras «contienen flavonoides, compuestos con carácter antioxidante a los que se han atribuido propiedades anticarcinógenas y que también se han relacionado con un menor riesgo de enfermedad coronaria”. (Como siempre, estas propiedades son efectivas en el marco de una vida saludable y una dieta sana y equilibrada). Las peras también son un gran aliado contra la retención de líquidos al ser diuréticas, las pectinas ayudan a reducir el colesterol, y es rica en antioxidantes que ayudan a retrasar el envejecimiento de las células.

Cómo conservarlas

Propiedades de la pera

Una vez que has comprado las peras, lo mejor es comerlas cuanto antes. Si vas a consumirlas en el día o al día siguiente, puedes dejarlas fuera de la nevera. En caso de que las guardes en el frigorífico, mételas en la parte inferior de la nevera, intentando consumirlas antes de tres o cuatro días para poder consumirlas con todo su sabor y propiedades. Evita guardarlas en bolsas de plástico, y a ser posible, no las apiles.