Hoy celebramos el Día de la Investigación en cáncer. Un día con el que se pretende concienciar sobre la importancia que tiene destinar fondos a la investigación oncológica para frenar esta enfermedad, logrando mejorar también la tasa de supervivencia y la calidad de vida de las personas afectadas. No en vano, las proyecciones publicadas por la Asociación Española contra el Cáncer nos señalan que el cáncer será la primera causa de muerte en los próximos años: el cáncer ya es la segunda causa de mortalidad en Europa, y la primera en los menores de 65 años.

Buenos hábitos con el cáncer

Junto a la investigación, y el desarrollo de nuevos fármacos y tratamientos personalizados, la prevención es clave para intentar frenar la enfermedad. Los buenos hábitos de vida la práctica deportiva habitual y la eliminación de riesgos innecesarios como el alcohol, el tabaco o la exposición al sol sin protección son imprescindibles en este sentido. Como no podía ser de otra manera , llevar una dieta sana y equilibrada también es fundamental para intentar prevenir el cáncer. Es evidente que no hay alimentos ‘milagrosos’, pero llevar una dieta saludable es uno de los factores que más pueden influir a la hora de tener un cáncer, según distintos estudios.

Hábitos saludables contra el cáncer

Por eso, los padres y madres tienen una obligación moral con sus hijos En este sentido, tenemos que tener muy claro que una alimentación adecuada y equilibrada es clave para que los niños y niñas disfruten de una buena salud ahora y en el futuro. Para conseguirlo, nada mejor que seguir en casa la dieta mediterránea. 

Dieta mediterránea contra el Cáncer

Una dieta que debe tener una importante presencia de frutas y verduras (al menos 5 raciones al día), y también de legumbres (ya sabéis lo fans que somos en COMBI CATERING de este alimento), aceite de oliva virgen extra y de pescado (sobre todo, pescado azul) y aves (apenas tienen grasa). Por contra, hay que reducir el consumo de las carnes rojas, y evitar al máximo los productos ultraprocesados y los alimentos con alto contenido en grasas saturadas y azúcares añadidos.