Comer helados es un clásico del verano. Y además, es más sano de lo que pensamos si los tomamos de forma moderada. Sobre todo, si evitamos los helados industriales repletos de grasas, azúcares y conservantes, y apostamos por los helados artesanales, o mejor todavía, por los helados hechos en casa. ¿Quieres saber porqué? Te lo contamos si sigues leyendo este post.

Beneficios de comer helados

  • El helado no provoca obesidad. Pese a la creencia popular tan extendida, los helados caseros o artesanales consumidos con moderación no engordan tanto como pensamos. De hecho, los helados artesanales tienen un bajo contenido en grasas.
  • Este alimento es bueno para la garganta. Los helados ayudan a reducir inflamaciones en las amígdalas.
  • Los helados son fuente de vitaminas, proteínas y minerales. Los helados artesanales y caseros nos proporcionan vitaminas A,B, C, D y E, además de minerales como el fósforo.

  • Tienen mucho calcio. Dado que uno de los ingredientes importantes del helado es la leche, el helado es rico en calcio. Un mineral importante para mantener en correcto estado la estructura ósea de nuestro cuerpo, y para mantener a raya las caries.
  • Mejora nuestro ánimo. Tomar un helado tiene efecto terapéutico. Da igual si lo tomas a la orilla del mar que paseando por un parque o por el centro de la ciudad. Tomar helado nos da tanto placer, que nos ayuda a relajarnos y a mejorar nuestro ánimo. Y no es solo por el placer de degustarlo lentamente, es que los helados contienen un aminoácido conocido triptófano que ayuda a elevar los niveles de serotonina, o lo que es lo mismo, la hormona de la felicidad.

¿Quieres más motivos para disfrutar de un buen helado en el verano, y durante el resto del año?