El otoño es una estación muy rica en alimentos de temporada. Y sin duda, uno de los grandes protagonistas de esta época del año es un aliado insustituible en la cocina: el limón. Un ingrediente que no puede faltar tanto en recetas saladas como dulces, para elaborar bebidas caseras como la limonada o el agua con limón, o para evitar que otros alimentos se oxiden.

Una auténtica joya nutricional que aporta vitaminas, elimina toxinas, es antioxidante y que es un importante bactericida. Unas propiedades que han llevado a la Organización Mundial de la Salud a recomendar su consumo de forma habitual.

Frutas de temporada

Entre las propiedades del limón, sabemos que este fruto refuerza el sistema inmunológico gracias a su alto contenido en vitamina C y favonoides, ayudando a prevenir las enfermedades respiratorias.El limón, además de ser antibacteriano, ayuda  a desintoxicar el organismo, al estimular el hígado y eliminar toxinas.

El limón también ayuda a prevenir y disolver las piedras que se forman en la vesícula, o los depósitos de cálculo que pueden formar piedras en el riñón.Y además, también contribuye a mantener el ph del cuerpo, sin olvidar que la presencia de potasio en esta fruta es beneficiosa para el sistema nervioso, y en particular, para el cerebro. No menos importante es el contenido de sustancias astringentes, unas sustancias que confiere al limón propiedades beneficiosas en caso de diarrea.

 Propiedades del limón

Si todavía no te hemos convencido de lo bueno que es consumir esta fruta de temporada, puede que lo haga este refrán:   zumo de limón, zumo de bendición.