Como sabéis, en COMBI CATERING nos gusta destacar cada mes un alimento que forma parte de los menús de los comedores de colegios que gestionamos. Si el mes pasado nuestro alimento del mes fueron los germinados de soja ecológicos, en el mes de febrero nuestro alimento estrella es la fruta ecológica.

Todos conocemos los múltiples beneficios que para nuestro organismo tiene comer fruta fresca de forma regular. Y si además, al comer fruta fresca, le añadimos el hecho de que sea fruta ecológica, estamos proporcionando a nuestro cuerpo un alimento de extraordinario valor.  Pero, ¿sabes los motivos por los que es bueno comer fruta ecológica?

Con la fruta ecológica respetamos el medio ambiente

Fruta ecológica

Para empezar, la fruta ecológica está cultivada utilizando ténicas agrícolas sostenibles que respetan el medio ambiente, evitan la contaminación y la degradación de los ecosistemas al utilizar de forma óptima los recursos naturales al no utilizar fertilizantes químicos. En este sentido, el consumo de fruta ecológica va ligado al consumo de temporada, ya que los cultivos de fruta ecológica respetan los ciclos de producción naturales,  contribuyen al mantenimiento y mejora de la fertilidad de los suelos y aumentan la actividad biológica de los mismos.

De hecho, el uso y abuso de fertilizantes inorgánicos, sobre todo nitrogenados, genera un crecimiento rápido en las frutas que conlleva una disminución de su calidad organoléptica, y en especial, de su aroma y de su sabor. De ahí que en la actualidad, tengamos la sensación de que muchas frutas no sepan a nada.

Producción de cercanía, y de temporada

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Las antiguas filosofía orientales creían que era necesario que el cuerpo humano se alimentara mayoritariamente con alimentos producidos en su hábitat y en la estación del año correspondiente. El suelo, el agua, el clima y las especies vegetales de cada zona geográfica proveen al ser humano de los nutrientes correctos para afrontar las exigencias del lugar y de cada estación climática. Los modernos sistemas de comercialización ofrecen poder disponer de cualquier tipo de vegetal en cualquier momento del año, pero esto puede generar desequilibrios orgánicos.

Los vegetales y el ser humano tienen precisos equilibrios estacionales de nutrientes (sobre todo sodio y potasio) que son alterados cuando consumimos, por ejemplo, un fruto proveniente del trópico en nuestro frío invierno. Y además, los alimentos que son cultivados en áreas próximas a nosotros tienen menor impacto ambiental ya que el gasto energético y la contaminación que provoca su transporte es mucho menor. Como ves, todo son ventajas a la hora de consumir fruta ecológica y de temporada.