A los peques les encanta la pizza, un alimento de origen italiano y de fama mundial que suele ser sinónimo de fiesta, de noches de peli y pizza en el sofá… y que gusta a grandes y niños. Lamentablemente, la mayor parte de las pizzas que se consumen en el mundo no son nada saludables. Aún así, de vez en cuando, podemos hacer una pizza saludable para quitarles el gusanillo. Eso sí, para comer una pizza sana tiene que ser casera, nada de pedir pizzas a las pizzerías de comida rápida.

Y además, casera de verdad. Empezando por la masa. La mayor parte de las bases de pizzas comerciales suelen tener entre sus ingredientes harinas refinadas, aditivos, grasas hidrogenadas, azúcares… ingredientes que como sabemos deberíamos alejar de nuestra dieta. Y por eso, la masa deberíamos hacerla en casa. Si tienes un robot de cocina, la elaboración de la masa es mucho más fácil y rápida, utilizando ingredientes tan naturales como la  harina integral, levadura, agua y una pizca de sal.

El siguiente ingrediente básico e imprescindible en una pizza es el tomate. De nuevo, para preparar una pizza sana, hay que huir de los tomates procesados y apostar por salsa de tomate elaborada en casa. En caso de que no puedas hacerla, intenta conseguir una salsa de tomate de calidad, que no tenga aditivos ni azúcares añadidos.

En lo que respecta al queso, es fundamental no inundar la pizza de queso. Y si puedes rallar tú mismo o tú misma un queso con mucho sabor, mejor que mejor. Un queso con sabor rallado en casa aporta mucho más sabor que las mezclas de quesos rallados que se venden para pizza. Quesos no suelen tener demasiado sabor, y de los que además, abusamos en la cantidad para darle más sabor a la pizza. Un yogur natural de cabra o de oveja también puede servir para sustituir al queso mozzarella.

¿El resto de ingredientes? Apostemos por las verduras y las hortalizas. Aportan color, sabor, nutrientes y muy pocas calorías a la receta. Rodajas de tomates, rúcula, calabacín, alcachofas, champiñones… hay un montón de opciones para preparar una pizza. Y si además, pones queso feta, o ingredientes como el salmón, o unas anchoas, conseguirás una pizza con muchísimo sabor.

¿Te animas a preparar en casa una pizza casera para sorprender a tus peques?