La fruta debería ser una parte fundamental de nuestra dieta (al igual que las verduras, o las legumbres). Pero lamentablemente sabemos que esto no es así en muchos hogares. En el caso de los niños, es clave que coman fruta abundante para que adquieran el hábito, y para que además, tengan desayunos o meriendas más saludables. Hoy, queremos darte varios consejos para que puedas introducir o aumentar el consumo de fruta en la dieta de tus hijos. Y a ser posible, fruta de temporada.
- Que te vean a ti. El primer paso para que tus peques coman fruta es que también te vean comer a ti. Si les obligas a comer fruta a diario, pero no ven que tú lo haces, ellos tampoco adquirirán la costumbre.
- Haz pedagogía. Háblales de forma sencilla de la importancia de comer fruta. Explícales de dónde vienen, cuáles son los beneficios, curiosidades… Así será más fácil que la coman.
- Haz que sea fácil para ellos. Cuando son muy pequeñitos, corta la fruta a pedacitos, prepara macedonias, batidos, mézclala con yogur natural, prepara brochetas de frutas, o crea figuras o composiciones divertidas para que se vaya acostumbrando a ella.
- La fruta, durante todo el día. En el desayuno, en el postre, y en la merienda. Instaurando esta rutina, además de conseguir que coman más sano, también evitas que coman postres, bollería y demás productos ultraprocesados.
Si puedes, instala un huerto urbano en casa. Instala en un rincón de la terraza o de la cocina un pequeño huerto urbano. Ahora hay múltiples sistemas para cultivar por ejemplo unas fresas. Les hará ilusión ver cómo crecen y comer algo que han cultivado ellos mismos.- Aprovecha la variedad. Intenta no darles siempre lo mismo. Sabemos que por ejemplo el plátano es súper cómodo a la hora de pelarlo. O las manzanas, bien lavadas, se pueden comer a mordiscos. Pero ve alternando frutas diferentes para que prueben nuevos sabores y texturas y para que no se acostumbre siempre a comer lo mismo.
- Compra y prepara la fruta con ellos. Ahora es mal momento para ir a la compra con los peques, pero en cuanto pase esta situación, llévatelos a comprar, que sean partícipes de ese proceso, pregúntales qué frutas quieren llevar a casa, explícales cosas sobre esas variedades, véndesela por su color, o por lo bonitas que están en el mostrador… Y en casa, implícales en la rutina de prepararla, cortarla, servirla de una forma bonita…